El caso Sloane
Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es una ejecutiva que trabaja para los lobbies; fría y calculadora, hará lo imposible para ir siempre un paso por delante de los que van en su contra.
Aunque la trama gira únicamente en torno a conseguir votos para que se apruebe una ley anti-armas, los diálogos que muestran la rapidez de pensamiento y de decisión de la actriz, y sus maravillosos e inesperados giros, le restan lentitud a la película.
El retrato de los lobbies, así como la feroz crítica a su inmoralidad y a su poder para influir en el capitolio son, junto a Elizabeth Sloane, lo mejor del film. La obsesión de la protagonista por ganar, que le lleva a vivir únicamente para su trabajo, abandonando cualquier tipo de vida social y de horas de sueño, pero además abandonando cualquier sentimiento de los demás, es interpretada a la perfección por Jessica Chastain; que actúa como una verdadera psicópata y a la vez, nos da una clase magistral en su monólogo final. El reparto que acompaña a la actriz, aunque puede que destaque bastante menos que ella, se compone por buenos actores que encajan con su papel.
El poder de las armas en EEUU queda aquí completamente retratado, igual que el de los lobbies, del que hay claramente menos filmografía.
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