Tenemos que hablar de Kevin
Un vínculo mal establecido entre madre e hijo que se vuelve cada vez más insano. Kevin, parece disfrutar con el sufrimiento de su madre creando cada día un desafío nuevo para ella. La necesidad de saber que va a hacer ésta vez te mantendrá expectante.
La película estremece y se vuelve aún más dura la segunda vez que la ves, cuando entiendes des del principio lo que ocurre. Llena de imágenes con colores rojizos en forma de metáforas que te perturban en el cerebro. Después de escuchar en ésta película el constante sonido de los aspersores, ya no volverás a verlos del mismo modo. En definitiva, un sonido y unas imágenes que reflejan el fuerte caos de la trama.
Ramsay nos sumerge en una trama de una gran dureza donde el sufrimiento de la madre nos emocionará y nos espeluznará el odio que se dibuja en la cara de su propio hijo.
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