
Psicosis
La película es espectacular si tenemos en cuenta que se estrenó en 1960 y que fue una gran innovación a muchos niveles. Un clásico que ha perdurado y perdurará todos los tiempos.
Marion (Janet Leigh) se hospeda en el Bates Motel en cuya casa de al lado viven el mismo dueño (Anthony Perkins) y su madre. El motel parece aparentemente normal, pero su extraña decoración con pájaros disecados y el comportamiento del dueño no dejan de inquietarnos. Además, aunque Marion nunca llega a ver a la madre más allá de su silueta, jurariamos que hay algo extraño en la relación que mantiene con su hijo. El espectador está en un estado de intriga constante esperando a que aparezca la mujer para saber que ocurre entre los dos.
Unos planos y una trama muy avanzados para su momento, que fueron la semilla del género slasher, con una escena tan interesante e innovadora que ha pasado a la historia, igual que la música que aparece en ella.
Anthony Perkins lo borda, qué peculiaridad tan realista la que mantiene durante toda la película y qué plano final tan sublime. Su forma de comportarse te intranquiliza durante toda la película y aunque intentas entender que es lo que le pasa al personaje, cada vez se vuelve todo más misterioso.
¿Hasta dónde puede llegar un vínculo insano entre madre e hijo? Un buen desenlace, en el que todo cuadra cuando atas cabos y todo tiene un transfondo psicológico. Una película del maestro Hitchcock difícil de olvidar.
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