
Gran Torino
Esta película es una demostración de lo que se puede hacer sin necesidad de un alto presupuesto. Simples diálogos de una gran elocuencia y emoción. El protagonista evoluciona de una manera creíble, le comprendes, llegas a entender porqué piensa como piensa en todo momento de la película.
Clint, como director, nos tiene acostumbrados ya a tocar temas delicados con un acierto y acidez que despiertan las emociones y sentimientos del espectador. Aborda como nadie el racismo, la inmigración. Muestra la dificultad de integración para un oriental en un país como Estados Unidos, después de las Guerras de Corea y la de Vietnam. Como actor, el papel de abuelo cascarrabias, racista, solitario... Lo borda.
A pesar de la hipocresía que muestra Eastwood al hacer esta película, es una obra magistralmente rodada, con una llamada a la unión y la amistad entre razas de la que no te olvidas fácilmente.
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