Detroit
Hace solamente 50 años se podía hablar de dos Estados Unidos muy diferenciados: El de los blancos y el de los negros. Detroit saca a la luz una de las revueltas más crueles que dio pie a un cambio de mentalidad en la población afroamericana. Mostrando que con un uniforme se puede llegar a producir un gran abuso de poder hacia otro ser humano. Así como, el peligro que puede suponer la jerarquía y que el poder de decisión recaiga sobre una persona. Un país que siempre ha tenido problemas con la jurisdicción de sus diferentes cuerpos de policía, queda aquí muy retratado.
En un ambiente aún enrarecido por su guerra en Vietnam, la película pone de manifiesto como al mínimo altercado, Estados Unidos saca los tanques a las calles, casualmente, en una ciudad con un alto porcentaje de población afroamericana. Un escenario que choca bastante con la imagen que se tiene del país en los años 60', de hippies fumando marihuana.
La película consigue hacerte sentir impotente ante el miedo y la injusticia que están viviendo los protagonistas.
John Boyega es la cara de la película, gracias al tirón que tiene por su papel en Star Wars, pero Detroit no va de protagonistas, el resto de personajes son igual de esenciales, haciéndote dudar de quién es el personaje principal.
A pesar del poco eco que ha tenido, para ser de la directora de la oscarizada En tierra hostil, es una película notable, con un ritmo frenético que no decae hasta el final.
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