Barry Seal: El traficante
Barry Seal era un piloto con una vida monótona, hasta que le llega una oferta de la CIA para realizar fotografías a zonas conflictivas en manos de comunistas. En seguida empieza a recibir propuestas de diferentes bandos: traficar con cocaína para el Cártel de Medellín, espionaje para la DEA, además de seguir en su colaboración con la CIA. Todo esto es permitido por el gobierno de los EEUU, que estaba más preocupado por su guerra contra los Comunistas. Una jugada de lo más hipócrita, dejando la legalidad a un lado según les interesaba en cada momento.
Tom Cruise llevaba tiempo con papeles poco creíbles, pero aquí interpreta de forma muy natural a un hombre corriente, haciendo olvidar la inverosimilitud de los hechos.
Aprovechando el tirón de la serie Narcos, y el creciente interés por la biografía de Pablo Escobar, ésta película retrata el punto de vista de otro personaje real de esa trama. A pesar de su superficialidad, logra entretener con algunos toques cómicos, giros argumentales, y momentos de subidón de adrenalina. Un buen retrato de la ambición de las personas, incapaces de parar, a pesar del riesgo que corren.
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