
12 monos
James Cole (Bruce Willis) es un prisionero que es contratado para viajar al pasado y conseguir una muestra de un virus que ha matado a millones de personas.
A simple vista, la sinopsis puede parecernos la de una película del montón dentro del género, pero 12 monos, en realidad, sobresale en originalidad: Jugando con la locura y la lucidez, consigue crear un lío mental en el espectador, que ya no sabe que es real y que es puramente un delirio. Y a su vez, ofrece una clara crítica hacia la psiquiatría de hace 30 años, que consistía en el internamiento y la sedación de los pacientes.
Sus historias paralelas, que suceden en distintos espacios temporales, no dejan parpadear al espectador, que mantiene su interés durante toda la película. Siendo necesaria la atención para hacer un buen análisis del film y para poder entender su complejo final.
Aunque Bruce Willis y Madeleine Stowe interpretan verdaderamente bien su papel; el que sobresale aquí, es sin duda Brad Pitt con sus maravillosos discursos que critican el consumismo, que nos recuerdan a Tyler de El Club de la lucha, y con su estado mental de aparente paranoia.
Una película de culto dentro del género de ciencia ficción, que aparte de ser entretenida aporta una crítica a la sociedad y hace un buen juego con los diferentes espacios temporales y entre la realidad y la fantasía.
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