
Moonlight
Años 80, Miami, barrios marginales y una madre drogadicta. No es la infancia soñada para un niño. Moonlight nos hace reflexionar sobre cómo es posible sobrevivir a ésta situación. En tres etapas, nos muestra la evolución del personaje, basada en su sufrimiento y soledad. De niño, comienza a recibir acoso escolar, después afronta la droga-dicción de su madre cada vez más patente, y ya de adulto desarrolla una personalidad prepotente y distante a modo de protección.
Cuando la situación es tan caótica, es imposible salir de allí sin ayuda de terceros. Teresa y Juan se vuelven pilares indispensables para el crecimiento de Chiron, al ofrecerle un hogar donde cobijarse y expresar sus sentimientos. Adquieren los roles de padres que él nunca tuvo. Sin ellos, probablemente hubiera acabado en un espiral de delincuencia; en un mundo en el que las oportunidades son muy reducidas, y muchos se ven envueltos en la venta de drogas, aun viendo el sufrimiento que provocan en sus vecinos y compañeros.
Los 3 actores que encarnan al protagonista, se meten tan bien en el papel que olvidas sus diferencias, y realmente parecen el mismo. Mahershala Ali se gana su Óscar por una interpretación muy humana, siendo clave en la evolución de Chiron. Naomie Harris, parece tan denigrada que nos pone la piel de gallina ver una madre así, llegando a producirnos rabia.
El Óscar a la película, guión adaptado, además de una nominación a la Banda Sonora, la cual acompaña de forma excepcional durante toda la trama, premian a un drama muy profundo sobre varios temas muy controvertidos.
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